Sensación de soledad, de desánimo, de falta de un sentido vital que genere de nuevo un entusiasmo por la vida, de falta de aliento, excesivas preocupaciones, etc.
Desarrollar actitudes como:
La aceptación de los cambios asociados a esta nueva etapa,
La apertura y la flexibilidad para abrazar nuevas formas de entendernos y entender a los otros.
El compromiso para re-encontrar un propósito a la vida.
Técnicas para facilitar el manejo del malestar emocional a través de ejercicios de “atención plena” y la narrativa oral.
Dificultades para aceptar y adaptarse a los cambios físicos, familiares y sociales vinculados
Recursos dirigidos a la mente y a las emociones que faciliten una adaptación progresiva y retraso del temido deterioro cognitivo.