Intervención centrada en las
necesidades
de la persona y en su experiencia.
Ayudar a la persona a
aceptar
su dependencia al consumo de substancias; al mismo tiempo que se evalúa su disposición al cambio.
Adquisición de habilidades de
regulación emocional. Aprender a manejar el deseo de beber como también sentimientos depresivos y ansiosos vinculados a la abstinencia.
Entrenamiento en adquisición de habilidades para definir y lograr nuestras
metas
y para potenciar nuestros niveles de ejecución (Autoeficacia y Autosatisfacción).
Facilitar estrategias de cambio de
hábitos y estilo de vida.
Ser
conscientes
de que respondemos a situaciones difíciles o dolorosas aplicando unas fórmulas aprendidas a lo largo de nuestra experiencia. Estas fórmulas no siempre resultan útiles. A partir de esta actitud consciente ser capaces de reconocer los patrones antiguos de respuesta y generar unos nuevos. (Generar un sentir y un estar en la vida diferente).