Aprender a adoptar la posición de observador
para tomar distancia de nuestros pensamientos molestos y
no quedarnos enganchados a ellos.
Entrenar
habilidades
atencionales que permitan ampliar el foco de atención situándonos en el “aquí y ahora”.
Identificar los valores y fortalezas propias que en los que anclar un “yo congruente y
empoderado” desde el que se tome decisiones de forma acertada.
Ampliar la consciencia y conocimiento sobre la persona y sobre su
propósito vital.